Homero: Oye, Marge, si ocurre lo impensable
te sentirás muy sola...
Marge: ¡No, Homer! No podría volver a casarme.
Homero: Claro que no. Y para estar seguro,
quiero que me disequen y me sienten...
...en el sofá, así no olvidarás nunca
nuestro compromiso.