Marge : Odio llegar tarde.
Homer: Bueno, odio ir. ¿Por qué no puedo adorar al Señor a mi propia manera, orando como el infierno en mi lecho de muerte?
Marge: Homer, pueden oírte dentro.
Homer: Relájate. Esos piadosos imbéciles están demasiado ocupados hablando con su Dios falso.