Martín: Ven. No importa
quién mate a quién.
Pescar un pez, matar un toro,
hacer el amor con una dama.
Por vivir. Te doy las gracias.
Krabappel: ¡Oh, absolutamente genial!
Pensaba que eras Hemingway.
Bravo, Martín.
Martín: ah! por favor, llámame papá, srta.